María nunca olvidará aquella mañana. Su padre, don Ernesto, había partido después de una larga enfermedad. Entre lágrimas, abrazos y trámites, la familia se dio cuenta de algo que nadie había previsto: el duelo no detiene las cuentas ni los gastos.
Mientras en casa se encendían velas y se preparaban flores, las llamadas no dejaban de llegar:
- El abogado preguntando por los honorarios de la sucesión.
- El sacerdote recordando la colaboración para la misa.
- El contador solicitando el pago de servicios pendientes.
- El hospital enviando facturas por internación y médicos.
Y en medio de ese dolor, María pensaba: “¿Cómo es posible que justo ahora tengamos que preocuparnos por dinero?”
El problema: cuando el dolor se mezcla con los gastos
La muerte de un ser querido no solo deja un vacío emocional, también abre la puerta a una serie de obligaciones económicas inmediatas.
Nadie lo explica, pero la verdad es que en esos momentos la familia necesita liquidez: para el velorio, para el sepelio, para trámites legales y médicos.
Y aquí surge la gran diferencia:
- Todos pedirán algo.
- Pero solo tu asesor de seguros puede llevarte dinero y tranquilidad en ese instante.
La enseñanza: la previsión también es un acto de amor
Don Ernesto, en vida, nunca había querido hablar de seguros. Le parecía “gastar en algo que no usaría”.
Ese día, María entendió que el seguro no es para quien se va, sino para quienes se quedan.
Un seguro de vida y sepelio es, en realidad, un abrazo adelantado: un recurso que aparece justo cuando más falta hace.
Consejos prácticos para estar preparados
Si hoy tienes padres adultos o una familia que depende de ti, te comparto algunos pasos sencillos:
- Habla del tema en casa: aunque sea incómodo, hablar de previsión da más paz que silencio.
- Revisa si ya existe una póliza: muchos la tienen sin saberlo, asociada a una tarjeta o préstamo.
- Calcula el impacto económico: un velorio y sepelio pueden costar varios sueldos juntos.
- Evalúa un seguro de vida y sepelio: no solo cubre gastos inmediatos, también asegura liquidez en trámites posteriores.
- Asesórate con alguien de confianza: cada familia tiene necesidades distintas, no hay soluciones “enlatadas”.
Tomá Acción
La verdad es simple: nadie quiere pensar en el día del velorio, pero todos queremos que nuestra familia esté protegida.
Un seguro puede ser la diferencia entre un duelo acompañado de paz o un duelo cargado de preocupaciones.
👉 Si quieres conversar sin compromiso, escríbeme por WhatsApp o revisemos juntos tu póliza actual.
A veces, un pequeño ajuste hoy puede significar la tranquilidad de tu familia mañana.